Antioxidantes y protección solar: la dupla clave contra el envejecimiento prematuro

El envejecimiento prematuro de la piel no ocurre solo por el paso del tiempo, sino por la acción de factores externos como la radiación solar, la contaminación y el estrés oxidativo. Frente a esto, los antioxidantes y el protector solar se convierten en los mejores aliados para mantener una piel joven, luminosa y saludable.

Los antioxidantes son moléculas que neutralizan los radicales libres, responsables de dañar las células y acelerar la aparición de arrugas, manchas y pérdida de firmeza. Ingredientes como la vitamina C, la vitamina E y el ácido ferúlico son especialmente eficaces para proteger y reparar la piel. Incluir sueros o cremas antioxidantes en la rutina diaria ayuda a reforzar la barrera cutánea y prevenir signos de la edad.

La protección solar, por su parte, es el escudo más importante contra el fotoenvejecimiento. La radiación UVA y UVB afecta la piel incluso en días nublados, generando manchas, flacidez y riesgo de enfermedades cutáneas. Elegir un protector solar de amplio espectro, con SPF 30 o más, es esencial para un cuidado efectivo.

La rutina ideal incluye aplicar antioxidantes en la mañana, seguidos de un protector solar que se reaplique cada 3 a 4 horas según la exposición. Por la noche, se recomienda complementar con hidratación y productos reparadores para potenciar los beneficios del día.

En Dermastage, combinamos el uso de antioxidantes de calidad dermatológica con protocolos de protección y tratamientos que ayudan a prevenir y revertir el daño, logrando una piel protegida y visiblemente más joven.